Panorama Internacional
La Columna de Luis Godofredo
Pichardo/ Editor-director de PNS Noticias Blogspot.Com
Burbuja Católica celebra nombramiento
Francisco Osoria, nuevo obispo metropolitano |
El nuevo prelado de 65 años de edad y oriundo
de la provincia de Nagua sustituye al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez,
quien lleva 25 años en el cargo y 55 de ordenación en el sacerdotal. Este nombramiento era
esperado en la República Dominicana desde hace mucho tiempo, existe un enorme
rechazo entre la clase empobrecida y algunos estamentos de la política
dominicana por la irreverencia del Cardenal López Rodríguez, y por el racismo
xenófobo que manifiesta contra la inmigración que llega a la República
Dominicana, especialmente del segmento
inmigratorio procedente de Haití.
López Rodríguez se ha manifestado
abiertamente en contra de la política inmigratoria estatal dominicana que brega con los asuntos
procedentes del vecino territorio haitiano.
Profunda alegría se manifiesta en las bajas esferas de la sociedad dominicana
por el anuncio vaticano de sustituir a un Cardenal, que nunca hizo absolutamente nada por la clase
paupérrima de la nación caribeña, al contrario, siempre manifestó su repudio y
rechazo a las clases trabajadora y
empobrecida y como es su costumbre, siempre estuvo al lado de todos los gobiernos,
extorsionando al Estado, solicitando ayuda tras ayuda, en sus 25 años de
gobernabilidad dentro de la Conferencia Episcopal Dominicana ( CED), se construyeron
nuevas iglesias, y reconstruyeron otras,
se transformaron todas las Catedrales del país, con dinero del
contribuyente dominicano, no sólo de los laicos católicos, sino de todos y cada
uno de los que cotizan a través de sus
contribuciones periódicas al fisco dominicano/
Como este nuevo nombramiento se esperaba
desde hace años y la renuncia se había difundido en más de una ocasión, el
dominicano común y corriente no se explica porqué el Vaticano tardó tanto
tiempo en sustituir al Cardenal López
Rodríguez. Una creencia difundida entre
los dominicanos pensantes y sensatos es, la de que el retirado obispo cardenalicio es
un hombre poderosamente rico, con una fortuna respetable, en círculos adversos al
Cardenal se difundió una noticia reciente, pero
aún no confirmada, de que el Gobierno de turno le construía una
lujosa mansión para su retiro definitivo.
Personas muy allegadas al influyente Nicolás
de Jesús López Rodríguez, aseguran que
el Estado dominicano le construyó una mansión para el retiro del Cardenal valuada en algo más de 80 millones de pesos.
Pero si se toma en cuenta la inversión total que ha hecho el Estado a lo largo
y ancho del territorio dominicano en la Iglesia católica , ese supuesto obsequio es una tontería, sólo el
Ayuntamiento de Santiago donó más de 50 millones de pesos para realizar reparaciones de templos locales
y remozar la Catedral Santiago Apóstol.
La riqueza material con cuenta la Iglesia
católica dominicana no es la primera fortuna de la entidad religiosa en el
Caribe, América Latina o el resto del mundo. Nuestra Iglesia es sin dudas, la institución más rica en bienes materiales
sobre la tierra.
¿Rascacielos en República
Dominicana?
Inauguración de la Nueva Barquita, en la margen del ríio Ozama en Santo Domingo |
Pero de que hay una iniciativa urbanística en la RD y en ella, planes de realizar grandes construcciones
multiuso, es una realidad. La visión de Santo Domingo es hoy totalmente
diferente al pasado reciente, aunque hay que destacar, que todavía no se
construyen torres de 50 pisos o más.
Las nuevas torres dominicanas oscilan entre
los 10 y 40 niveles, pero son más abundantes las de 20, 25, 30, y las más
pequeñas que van del primer nivel hasta el piso décimo.
Pero lo más interesante de esta nueva visión
urbanística es el interés del Estado por construir habitacionales multiuso para
alojar a decenas de familias que han vivido en
la indigencia y el total abandono
de la higiene y de la comodidad. Un ejemplo de la iniciativa gubernamental
puede exhibirse en el recién inaugurado proyecto habitacional La Nueva
Barquita, en un suburbio de la capital, donde
98 familias vivían como los cerdos en una pocilga, ahora están siendo
trasladados a departamentos modernos con toda la comodidad de la arquitectura
modernista y con una concepción humanitaria en la que estas familias se sientan como se
estuvieran en un paraíso.
Este proyecto les costó a los contribuyentes
dominicanos cuatro mil millones de pesos, pero vale la pena, porque con su construcción
y puesta en servicio se transformará la existencia de un centenar de familias
humildes.
Este modelo comienza a aplicarse en casi
todas las construcciones del Estado y también de los Ayuntamientos municipales.
Puedo citar la construcción de media decena de proyectos habitacionales
modernistas que construyó el saliente Alcalde municipal de Santiago de los Caballeros,
el doctor Gilberto Serulle, este munícipe saneó diversas zonas arrabalizadas
del entorno citadino y la convirtió en hábitat confortables y asequibles a un
sector paupérrimo al que se le asignó la vivienda sin importar su condición
económica o social.@
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