Panorama Internacional
Por Luis Godofredo Pichardo/ Editor de PNS Noticias
Blogspot
Crisis migratoria muestra a
Haití como un Estado fallido
Hace mucho tiempo
que se identifica a la Nación haitiana como un Estado fracasado, sin liderazgo,
sin organización, sin disciplina, sin
rumbo fijo, y con poco interés en
desarrollarse con sus propios esfuerzos, pero con una vocación increíble por la
dádiva internacional.
Panorama Internacional
Por Luis Godofredo Pichardo/ Editor de PNS Noticias
Blogspot
Crisis migratoria muestra a
Haití como un Estado fallido
Hace mucho tiempo
que se identifica a la Nación haitiana como un Estado fracasado, sin liderazgo,
sin organización, sin disciplina, sin
rumbo fijo, y con poco interés en
desarrollarse con sus propios esfuerzos, pero con una vocación increíble por la
dádiva internacional.
Ya antes, de la tragedia humana que supuso el terremoto
del 2010, Haití era una sociedad de pedigüeños, dividido en varios grupos
sociales que lo clasifica en pobres, ricos, clase media, chiriperos, jornaleros, y emigrantes consumados.
Así se recibía ayuda alimentaria en Haití |
Los ricos
tradicionales controlan los hatos, la ganadería, y la poca tierra fértil que le
queda. Los nuevos ricos controlan todo tipo de negocios y son traficantes de
influencia. Compran y venden todo lo que hay en el territorio haitiano y
controlan las ventas y las compras, que
en la mayoría de las veces queda en mano de una familia mafiosa con
ramificaciones en todo el territorio haitiano.
Los cuerpos de socorro internacional estuvieron presente en la crisis, Aquí vemos personal de la Cruz Roja Internacional |
Resulta
sospechoso el manejo que supuestamente se le dio a los fondos que ingresaron al
Estado haitiano a través de las donaciones internacionales. No se sabe a
ciencia cierta dónde fueron a parar, pero lo que sí ha podido establecerse es
que no se invirtieron en obras públicas, como viviendas, escuelas, carreteras,
acueductos o en el sector, salud.
Se lanzó una
campaña bien diseñada a nivel publicitario, indicando que los donantes eran
inciertos, que se había fabulado con la tragedia del pueblo haitiano y que las
naciones que ofrecieron ayuda económica, técnica o logística, desaparecieron
del escenario y que todo se esfumó, que nunca llegó la ayuda prometida.
Pero lo cierto es
que sí ingresaron fondos internacionales de donación, no en la cantidad
prometida, pero tampoco fueron pírricos, y hay que preguntarse dónde está ese
dinero…en los bolsillos de los políticos, en las arcas de las ONGs, extranjeras o en las cuentas bancarias del
equipo presidencial?
A este hombre le faltan muchas cosas para ser un buen gobernante. Sobre todo, carisma, sociabilidad y diplomacia. |
Ser músico de profesión o
afición no es un delito, ni es un impedimento para que un ciudadano aspire a
gobernar una Nación. Bill Clinton era saxofonista aficionado y fue presidente
de Estados Unidos dos veces. Lo que sí debiera ser un impedimento, para representar a una Nación debía ser el “amaneramiento
femenino”, que exhibe el actual presidente haitiano Michael Martelly.
Llama la atención
que este sujeto, que es músico de profesión, de vocación y necesidad, quiera
vestir los estilos llamativos y provocativos que usan las mujeres, le vendría
mejor no ocultar su homosexualidad encubierta si es que en realidad la tiene, que hacer el ridículo con los vestuarios con los que aparece en las redes sociales.
Pero obviemos las
ridiculeces, y concentrémonos en la tarea de gobernar, en los derechos y
obligaciones, en lo que debe ser un gobernante con carisma y madera de estadista.
Bien, este sujeto que gobierna al pueblo haitiano no reúne ningunas de estas
condiciones.
¿Qué entiende el presidente de Haití lo que significa y representa la diplomacia internacional,
o las relaciones bilaterales?
Siendo músico, y
no político, y turista y no gobernante, se le importa “un pepino” el qué
dirán. Cuando el Gobierno dominicano
emprendió un esfuerzo serio y bien intencionado para entenderse con Haití, el
gobernante Martelly, volaba de Puerto Príncipe a Punta Cana, en busca de
inversores turísticas para el desarrollo de sus litorales marítimos y en busca
de prebendas comisionarías
Martelly, no ha
querido sacar la cara en ningún momento de las negociaciones dominico-haitianas
y siempre envía ‘comisiones’ que no resuelven nada, porque no cuentan con la
autoridad para ejecutar y posiblemente tampoco con el aval del músico, que se desempeña como presidente de la
república haitiana.
Siendo así, a
República Dominicana le convendría suspender toda clase de diálogo hasta que
los haitianos de arriba, los del medio y los de abajo, entiendan que RD es una
Nación libre y soberana, y que como tal está facultada para establecer no sólo
la política migratoria del país, sino todo lo que tiene que ver con la
soberanía nacional y la independencia plena de nuestro territorio.
Canciller dominicano en la OEA. A RD le falta chispa para defender la credibilidad del Gobierno |
El que haya vivido
durante los últimos 50 años en República Dominicana y hay a convivido entre
dominicanos y haitianos migrantes y nativos sabe a perfección que no somos
racistas y que hemos tratado a los ciudadanos haitianos como seres humanos y en
la mayoría de los casos como hermanos.
Sería bueno que
Evans Paul, el primer ministro haitiano se diera una vuelta por RD, pero no
encabezando negociaciones o diálogos, a él no lo queremos en esos menesteres,
tampoco a su canciller Renault, uno y
otro están prejuiciados y adocenados.
El premier Paul dice que los dominicanos son torturadores. Y que
maltratan a sus conciudadanos, pero sería bueno saber si este pendejo
burócrata, sabe por cuánto les salen las parturientas haitianas a la RD en los
hospitales y los enfermos y ancianos de esa nación a los que debe buscárseles
camas, atenciones médicas y otras atenciones, como lo es la alimentación, las
viviendas y los servicios básicos.
No sabe este funcionario haitiano cuántos estudiantes hay
en las universidades dominicanas, ni se
recuerda que los dominicanos hasta le regalamos una Universidad con todas sus
instalaciones gratuitamente. Pues hay, alrededor de 60 mil estudiantes que cursan en
las escuelas dominicanas, y los mejores testigos de esta realidad, son los
haitianos y haitianas que reciben los beneficios de los contribuyentes
dominicanos.
Esperemos el
contenido del informe de la OEA que ya está en manos de Luis Almagro, sea
favorable a la credibilidad dominicana y
pase lo que pase, el Gobierno dominicano va a ejecutar su plan de
regularización y si Evans, Renault, Martelly, o quien venga de Haití, no viene
con una visa en lo adelante no entrarás o
será expulsado del territorio nacional.
Hay que ejecutar lo que establece la ley de regularización de extranjeros
El Gobierno dominicano está
en la obligación de iniciar las expatriaciones de indocumentados no sólo de
haitianos radicados en RD, sino de todo aquel que no pueda presentar una
documentación legal como la exige la
propia legislación que protege a los ciudadanos documentados. No tomar esta
iniciativa, sería una debilidad del
Estado dominicano, que le costaría
muchos sacrificios en el futuro mediato a la Nación dominicana, no somos
racistas, ni xenófobos, pero tampoco indios de los que encontró la colonización, somos y seremos libres,
independientes y soberanos aún zozobre nuestra Isla y se hunda. @
Ya antes, de la tragedia humana que supuso el terremoto
del 2010, Haití era una sociedad de pedigüeños, dividido en varios grupos
sociales que lo clasifica en pobres, ricos, clase media, chiriperos, jornaleros, y emigrantes consumados.
Es cierto, que
Haití es la Nación más empobrecida del continente, pero quizás la más
favorecida de la región de El Caribe. Su alianza estratégica con el CARICOM, le
ha permitido muchos privilegios, económicos, políticos y sociales, pero el
problema fundamental, radica en la
distribución de la riqueza haitiana que está concentrada en un minúsculo grupo,
que lo tiene todo, lo quiere todo y lo compra todo.
Los ricos
tradicionales controlan los hatos, la ganadería, y la poca tierra fértil que le
queda. Los nuevos ricos controlan todo tipo de negocios y son traficantes de
influencia. Compran y venden todo lo que hay en el territorio haitiano y
controlan las ventas y las compras, que
en la mayoría de las veces queda en mano de una familia mafiosa con
ramificaciones en todo el territorio haitiano.
¿La ayuda económica internacional se convirtió en un
fiasco?
Resulta
sospechoso el manejo que supuestamente se le dio a los fondos que ingresaron al
Estado haitiano a través de las donaciones internacionales. No se sabe a
ciencia cierta dónde fueron a parar, pero lo que sí ha podido establecerse es
que no se invirtieron en obras públicas, como viviendas, escuelas, carreteras,
acueductos o en el sector, salud.
Se lanzó una
campaña bien diseñada a nivel publicitario, indicando que los donantes eran
inciertos, que se había fabulado con la tragedia del pueblo haitiano y que las
naciones que ofrecieron ayuda económica, técnica o logística, desaparecieron
del escenario y que todo se esfumó, que nunca llegó la ayuda prometida.
Pero lo cierto es
que sí ingresaron fondos internacionales de donación, no en la cantidad
prometida, pero tampoco fueron pírricos, y hay que preguntarse dónde está ese
dinero…en los bolsillos de los políticos, en las arcas de las ONGs, extranjeras o en las cuentas bancarias del
equipo presidencial?
El mamarracho que gobierna en Haití
Ser músico de profesión o
afición no es un delito, ni es un impedimento para que un ciudadano aspire a
gobernar una Nación. Bill Clinton era saxofonista aficionado y fue presidente
de Estados Unidos dos veces. Lo que sí debiera ser un impedimento, para representar a una Nación debía ser el “amaneramiento
femenino”, que exhibe el actual presidente haitiano Michael Martelly.
Llama la atención
que este sujeto, que es músico de profesión, de vocación y necesidad, quiera
vestir los estilos llamativos y provocativos que usan las mujeres, le vendría
mejor no ocultar su homosexualidad encubierta si es que en realidad la tiene, que hacer el ridículo con los vestuarios con los que aparece en las redes sociales.
Pero obviemos las
ridiculeces, y concentrémonos en la tarea de gobernar, en los derechos y
obligaciones, en lo que debe ser un gobernante con carisma y madera de estadista.
Bien, este sujeto que gobierna al pueblo haitiano no reúne ningunas de estas
condiciones.
¿Qué entiende el presidente de Haití lo que significa y representa la diplomacia internacional,
o las relaciones bilaterales?
Siendo músico, y
no político, y turista y no gobernante, se le importa “un pepino” el qué
dirán. Cuando el Gobierno dominicano
emprendió un esfuerzo serio y bien intencionado para entenderse con Haití, el
gobernante Martelly, volaba de Puerto Príncipe a Punta Cana, en busca de
inversores turísticas para el desarrollo de sus litorales marítimos y en busca
de prebendas comisionarías
Martelly, no ha
querido sacar la cara en ningún momento de las negociaciones dominico-haitianas
y siempre envía ‘comisiones’ que no resuelven nada, porque no cuentan con la
autoridad para ejecutar y posiblemente tampoco con el aval del músico, que se desempeña como presidente de la
república haitiana.
Siendo así, a
República Dominicana le convendría suspender toda clase de diálogo hasta que
los haitianos de arriba, los del medio y los de abajo, entiendan que RD es una
Nación libre y soberana, y que como tal está facultada para establecer no sólo
la política migratoria del país, sino todo lo que tiene que ver con la
soberanía nacional y la independencia plena de nuestro territorio.
Comunidad Internacional
confusa y ponzoñosa
El que haya vivido
durante los últimos 50 años en República Dominicana y hay a convivido entre
dominicanos y haitianos migrantes y nativos sabe a perfección que no somos
racistas y que hemos tratado a los ciudadanos haitianos como seres humanos y en
la mayoría de los casos como hermanos.
Sería bueno que
Evans Paul, el primer ministro haitiano se diera una vuelta por RD, pero no
encabezando negociaciones o diálogos, a él no lo queremos en esos menesteres,
tampoco a su canciller Renault, uno y
otro están prejuiciados y adocenados.
El premier Paul dice que los dominicanos son torturadores. Y que
maltratan a sus conciudadanos, pero sería bueno saber si este pendejo
burócrata, sabe por cuánto les salen las parturientas haitianas a la RD en los
hospitales y los enfermos y ancianos de esa nación a los que debe buscárseles
camas, atenciones médicas y otras atenciones, como lo es la alimentación, las
viviendas y los servicios básicos.
No sabe este funcionario haitiano cuántos estudiantes hay
en las universidades dominicanas, ni se
recuerda que los dominicanos hasta le regalamos una Universidad con todas sus
instalaciones gratuitamente. Pues hay, alrededor de 60 mil estudiantes que cursan en
las escuelas dominicanas, y los mejores testigos de esta realidad, son los
haitianos y haitianas que reciben los beneficios de los contribuyentes
dominicanos.
Esperemos el
contenido del informe de la OEA que ya está en manos de Luis Almagro, sea
favorable a la credibilidad dominicana y
pase lo que pase, el Gobierno dominicano va a ejecutar su plan de
regularización y si Evans, Renault, Martelly, o quien venga de Haití, no viene
con una visa en lo adelante no entrarás o
será expulsado del territorio nacional.
Hay que ejecutar lo que establece la ley de regularización de extranjeros
El Gobierno dominicano está
en la obligación de iniciar las expatriaciones de indocumentados no sólo de
haitianos radicados en RD, sino de todo aquel que no pueda presentar una
documentación legal como la exige la
propia legislación que protege a los ciudadanos documentados. No tomar esta
iniciativa, sería una debilidad del
Estado dominicano, que le costaría
muchos sacrificios en el futuro mediato a la Nación dominicana, no somos
racistas, ni xenófobos, pero tampoco indios de los que encontró la colonización, somos y seremos libres,
independientes y soberanos aún zozobre nuestra Isla y se hunda. @
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