Burbujas Católicas
Por Luis Godofredo Pichardo/ Editor de la revista Ventana
Católica
Homilía dominical sobre la
educación de la familia.
El domingo 31 era
el Día de la Madres, en el concepto mercadológico es una fecha de grandes
ventas comerciales. En el plano familiar es en nuestra opinión la fiesta conmemorativa más importante de cada año,
porque refleja un período de unidad familiar y de manifestaciones espontáneas para
el ser que nos trajo al mundo.
Dios es amor y es
primero. Pienso que en un segundo plano, la madre merece todo el cariño, y el amor que sus hijos puedan darles. Es
lamentable que muchos hijos tengan que esperar doce meses para manifestarle a
su madre que la ama, entregándoles cada fecha
conmemorativa un regalo material o simbólico.
Escuché
detenidamente al párroco titular de parroquia Santa María de la Iglesia, en el
ensanche Espaillat, de esta ciudad de Santiago, cuando se dirigía a los padres
y a las madres que estaban presentes en
el oficio religioso de la santa misa dominical, cuando le reclamaba sobre el motivo de la descomposición social que vive la familia de hoy. Se ha perdido el
respeto de los hijos hacia sus padres y de los padres hacia sus hijos., y es
que la autoridad y el entendimiento brillan por su ausencia,
Le compran estos artefactos en vez de libros instructivo |
Señalaba el religioso dentro
del sermón dominical, que los hogares se han convertido en “comederos” y le
agrego a esas comilonas, un irrespeto
total por todo lo constituya un valor humano para la formación de la familia,
en cuanto a la educación y formación del niño hasta la pubertad. y adolescencia que es responsabilidad total de la madre y el
padre que deben emplearse a fondo, para
lograr que sus hijos adquieran hábitos y costumbres que sean compatibles y aceptables dentro de la sociedad que le
tocará vivir en el mundo volátil de la actualidad.
Pero primero
tiene que darse una condición indispensable
dentro del seno del hogar, y es
la buena relación entre pareja. No puede manifestarse
ningún tipo de violencia intrafamiliar, si en un hogar hay armonía y
reciprocidad de relaciones humanas entre
la pareja, éstas se manifiestan en la
conducta de los hijos y es lo que podríamos valorar como un hogar funcional, si
la cabeza del hogar anda dando tumbos, el resto o complemento también andaría
de cabeza, y se produce una situación de ingobernabilidad o relación disfuncional.
El aspecto material se
impone sobre el código espiritual
El Día de las
Madres, que se celebra en República Dominicana el último día de mes de mayo, es
la ocasión propicia para ver un derroche
de prebendas y regalos de todo tipo, incluso con grandes gastos
financieros y mucho sacrificio, que la mayor parte de las veces no son
necesarios.
Un hijo que tenga
sentido común y que sepa el deber que le corresponde frente a sus padres, que
haya hecho conciencia del papel que debe
juzgar o desempeñar frente su madre, que el ser que le trajo al mundo y que lo ha dado todo para que pueda crecer y
madurar siendo útil a la sociedad, no hay que instruirlo
sobre su deber acerca de las relaciones de confraternidad y cercanía alrededor
de su madre.
El sufrimiento de una madre, por la ingratitud de su hijo |
Deseo resaltar en
esta columna la inquietud del sacerdote
del que comento la homilía dominical,
porque pone énfasis en la educación familiar. Coincido con el hermano religioso
con que los códigos familiares hay que aplicarlos
a tiempo y preocuparse porque germinen y den sus frutos, porque no basta con
alimentar a los hijos o entaponarlos de
juguetes tecnológicos, cuando todavía no se les ha enseñado cuánto vale la
vida, la sociedad y su propio hogar.@
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