Tribuna Libre del
Periodismo en PNS
Por LGP de la Redacción del Servicio Panamericano de
Noticias.Blogspot
Periodistas a la caza de
prebendas políticas
Hoy me concentro en la habilidad y búsqueda
de dos colegas santiaguenses que viven de ‘su trabajo’ y las picadas políticas
del liderazgo de su partido. Aunque su formación es una entelequia que apenas si
alcanza el 1% o el 2% de la intención de los electores en las encuestas. Ellos que se treparon en esa formación por
necesidad y siguen creyendo que los huevos de lechuzas sirven para una buena
tortilla. Hablo de reales vividores de
la política, sin un lineamiento claro ni sostenible, se pasan el tiempo
fabulando y ahora dicen que ellos que heredaron la magia del líder negro ido a
destiempo, deben encabezar un frente
opositor, con su “jefe:” como candidato presidencial y a los otros políticos
que se los lleve el viento. Incluso, uno
de los dos vividores sostiene que el candidato de la oposición con más
posibilidades no llegaría a la presidencia, porque no tiene discurso ni sabe hablar.
Colegas, acérquense a la nueva corriente en vías de alcanzar el
poder para que no se queden fuera del barco. Recuerden que su capitán, es un político frustrado y un perdedor antes
la opinión pública. ¡Haz, traten de
cobrar sus cuotas atrasadas, porque los fondos comienzan a escasear!...
Fotoperiodista encalla
en el cooperativismo y se transforma en ejecutivo
Conozco a un fotoperiodista de profesión, que
luego de pasar muchas crujías en su barrio y en el medio ambiente donde se
desenvolvía logró escalar el puesto de relacionador público de una respetable
cooperativa, al principio se manejaba con humildad y hasta ayudaba a sus
colegas cuando éstos iban a solicitar publicidad. Pero en la medida que fue
avanzando el tiempo y el negocio financiero donde trabaja ha seguido creciendo,
al parecer se le mejoró el salario, y en
la actualidad no se comporta, ni se cree
un periodista-relacionador público, sino un ejecutivo, adquiriendo una manía
nueva, que cuando llega a un lugar
público donde ha sido invitado, proclama de inmediato, que si la reunión o
evento al que asiste no comienza de inmediato se tiene que ir, porque tiene
otros compromisos empresariales pendientes. He escuchado a otros colegas
susurrar, bueno si el colega se quiere ir, lo único que debe hacer es tomar la
puerta de salida con discreción.
Las travesuras de
RM y su periódico digital promueven una hilaridad colectiva
Dentro del periodismo dominicano tenemos de todo un poco, como en los
supermercados. En Santiago, tenemos muchos personajes que sobresalen por sus
travesuras, por su mal genio, por su humildad y hasta por su pedantería. Pero
el caso de Mon es único, es pionero con su Santiago Digital, del que se llena de
orgullo y vocifera públicamente que tiene más de medio millón de suscriptores y
que la publicidad cuesta una 2.000 por página. Pero Mon es una persona afable,
respetuosa y muy alegre, bailador y con buena formación intelectual, tuvo a
punto de alcanzar el sacerdocio cuando era estudiante del Seminario, pero parece
que degustó una copa de vino del que sólo pueden consumir
los oficiantes de la Iglesia Católica y eso le ocasionó algún problema. Nunca
he confirmado si lo expulsaron o se fugó de la cátedra. Algo que debo destacar
es que el colega Mon es querido en todas partes y que no es un pedigüeño consumado, como otros que
lo asumen como su segunda profesión.
Los
comerciantes les sacaron el cuerpo a los pedigüeños
Hubo una época, no tan lejana, que los
periodistas dominicanos disfrutaban de ágapes, fiestas, reconocimientos, e
invitaciones a granel. Era un tiempo en que la comida era barata y un buffet se
preparaba con un par de mil pesos, pero al dispararse el costo de la vida, y
aumentar la necesidad cotidiana de los periodistas chiriperos, los comerciantes
tuvieron que suspender todas clases de actividades festivas o comilonas que
conllevaran una convocatoria a los periodistas. Hubo un patriarca del comercio en Santiago que proclamó en una
ocasión que los comerciantes temblaban cuando veían a los periodistas merodeando
por sus establecimientos, porque sabían que eran víctima de la “mordida”, que
siempre iba acompañada de la promesa de una publicación que nunca o casi nunca
se producía. Incluso este comerciante ya (
fallecido) llegó a confiarles al autor de esta Columna que al periodista
dominicano se le había perdido el respeto por necio, por solicitar ayuda
económica en cualquier circunstancia, que como era natural, la solicitaban como
publicidad comercial, a la que dicho sea de paso, los comerciantes nunca estaban
dispuestos a dar. Pero como dice un colega a quien aprecio mucho, yo no pido
para mí, pido para mi familia, porque no es fácil, llegar a la casa después de
un día de fatiga y no tener con qué cenar. Incluso ese colega me contó que
encontró a un ángel protector que tenía un colmado cerca de su casa y le fiaba
la mercancía hasta que él pudieras pagarla. @
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